Cariño estoy muy cachonda, necesito que me folles...

El chico no estaba por la labor, estaba descansando sentado en el sofá pero su novia tenía ganas de sexo. Para una chica como ella no es difícil conseguir calentar a un hombre y conseguir que se la folle. Solo tuvo que ponerse a su lado, irse quitando la ropa sensualmente y acariciarse las tetas y el coño. En poco tiempo tenía al chico más caliente que el palo de un churrero dispuesto a darle su ración de sexo.